domingo, 3 de junio de 2012

Ortega y Gasset

"Yo soy yo y mi circunstancia, y si no se salva ella, no me salvo yo"

Ortega y Gasset es un filósofo español cuyas ideas se han ido formando a través de acontecimientos históricos, como la crisis del 98 y la Guerra Civil; así como por acontecimientos culturales, como las vanguardias, y filosóficos, como la fenomenología de Husserl.

Ortega concibe la filosofía como la totalidad de lo que hay en el universo, sea real o irreal. La pantonomía es la disciplina que afecta a la totalidad de lo existente, es lo que diferencia a la filosofía de la ciencia, que limita el objeto de su actividad. Un filósofo está sometido a un imperativo de autonomía, es decir, no puede basarse en lo que los demás hayan pensado. Tanto la autonomía como la búsqueda de lo universal deben estar basadas en la realidad, ya que la filosofía es un concimiento teorético que hace usoo de conceptos y busca la transparencia. Las dos correientes predominantes en la historia de la filosofía, el idealismo y el realismo, se conforman con medias verdades: las cosas y el ser humano no son algo fijo e inmutable, como las ideas y la conciencia, no están aisladas porque siempre implican pensar en algo, las cosas. La realidad no es naturaleza y la conciencia no es la relación entre un sujeto y su mundo; la realidad radical es aquella anterior que fnda las demás, es la vida humana, a la que se subordinan las cosas y las ideas. La vida no es un fenómeno biológico, sino biográfico:el yo tiene que vivir en una determinada circunstancia atendiendo a su entorno, no como algo fijo.

El yo y la circunstancia son las dimensiones de la vida humana. El yo debe ser consciente de sus circunstancias, que limitan el horizonte humano y sirven de acceso al mundo. Por ello, hay en la circunstancia unos elementos que la sociedad nos transmite, que constituyen los supuestos de la vida humana y que se denominan creencias. Frente a las creencias están las ideas o pensamientos: en las ideas nos encontramos, en las creencias estamos. Las creencias son la vía por la que la sociedad establece la continuidad de sus creaciones, lo que significa que la vida humana se desarrolla dentro de un mundo que debe conocerse desde la perspectiva de las circunstancias, no hay que caer en el relativismo o el subjetivismo, sino establecer una relación entre las distintas formas de realidad de cada uno. La realidad tiene distintas perspectivas auténticas, e individuales, que constituyen la verdad absoluta. La verdad es una función de la vida que va más allá de la razón pura, y se entiende mediante la razón vital o histórica: comprender lo humano, racional o irracional, en su complejjidad histórica.

El hombre es historia y vida; una vida que se va creando a partir de la liebertad del hombre, que se crea a sí mismo. Vivir consiste en elegir lo que se quiere hacer con la vida. Existe la obligación de hacer algo, no necesariamente determinado ya que existen alternativas. El yo no es algo fijo proque se va haciendo con su libertad en función de unas circunstancias, además, posee un proyecto de vida que puede ser asumido o no por el individuo. La realizaicón de esa vocación es la que marca la distancia entre lo que el sujeto es y "lo que tiene que ser". Decidir lo que vamos a hacer es fundamental en nuestra exisencia y eso supone comprometerse con el futuro, en función del cual descubrimos el pasado, que nos dice que medios emplear para desarrollar nuestro proyecto. Cuando contamos con ellos se descubre el presente. La vida es temporalidad.

La sociedad humana es un proyecto en el que los individuos alcanzan una identidad de perfeccionamiento. Esta identidad es fruto de una misma generación, de personas que nacen en intervalos de 15 años y comparten ideas, tareas y deberes. Las generaciones marcan el ritmo de la hisoria, que se marcan según estas suceden.. Aunque los individuos forman parte de una generación, la historia no los concibe a todos como iguales: siempre hay una mayoría que piensa lo que los demás dicen, y una minoría que se crea a su propio pensamiento y forma la élite. Esta élite despierta en los demás el deseo de perfección y seguimiento, pero cuando no es así, se produce una rebelión de masas y el pensamiento social entra en crisis, provocando una sociedad sin liderazgo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario