domingo, 3 de junio de 2012

El Renacimiento en Italia y España

Arquitectura renacentista en Italia

La arquitectura renacentista en Italia tiene una serie de características en común, como son: las plantas basilicales, de cruz griega y cruz latina; los soportes de órdenes clásicos, como las columnas y las pilastras; el empleo e materiales pobres como la madera y el ladrillo,  la cúpula sobre pechinas; y las bóvedas vaídas, de madera, casetones y de cañón.

En el Quatroccento (XV) destacan autores como Brunelleschi (Catedral de Florencia), Michelozzo Michelozzi (fachada predominante de la época), Hermanos Majano (obras para las grandes familias), Alberti (Palacio Rucellai).  Todos ellos tienen en común el empleo de cúpulas rematadas con linterna sobre el tambo cilíndrico poligonal, que se combina con sillares clásicos, almohadillados y rústicos. Entonces, aparecen vanos adintelados o abovedados, que pueden ser de especie dovelar. Los frontones son clásicos y partidos, las fachadas tienen influencia barroca, y los pisos se realizan en alzado con balaustre.y


Pintura renacentista en Italia

Durante el Cinqueccento (XV) aparecen artistas como Fran Angelico, Filipo Lippi y Piero della Francesca. Estos artistas se caracterizan por el empleo del espacio y la composición envueltos en perspectivas lineales, que presentan gran influencia de la escultura. Se encargan de realizar retratos variados y realistas, de colores suaves y dorados, tanto en las figuras religiosas como en la representación de figuras, tiernas y dulces, que resaltan las formas geométricas y la luz blanquecina y suave.

En la segunda mitad del siglo XV aparecieron autores como Boticelli (Alegoría a la primavera), Perugino (Entrega de las llaves a San Pedro), Pinturiccio, Mantegna (El Cristo muerto) y Bellini. Todos ellos realizan figuras elegantes de cuerpos agitados, que contrastan con las figuras femeninas bellas y cándidas. Se representan obras referidas a la mitología y la religión, con gran efecto plástico y la influencia de la técnica “soto in su”. En definitiva, son creadores de fábulas paganas dentro de un dibujo de gran movimiento.

Durante el Quattroccento aparecen Leonardo (La Virgen de la Cueva), Rafael (El Parnaso) y Miguel Ángel (Capilla Sixtina). Todos ellos se especializan en la mayoría de las técnicas, por lo que se pueden permitir dar gran realismo, movimiento, color, profundidad, perspectiva y expresionismo a sus obras.

El manierismo será una corriente en la que destacarán principalmente Tizziano (Venus dormida) y Tintoretto (Traslado del cuerpo de San Marcos). Estos pintores aplican técnicas pastosas de pinceladas sueltas, que provocan gran sentimiento dramático y expresionismo en las figuras. Se caracterizan por la negrura de sus obras, que además presentan gran profundidad y perspectiva.


Escultura renacentista en Italia

La escultura renacentista italiana se caracteriza por la influencia clásica que presenta, es decir, son obras realistas e idealizadas que buscan una escultura exenta y de relieve, sin olvidar el gran valor estético. Los temas principales son el religioso, el mitológico y el pagano, de los que nacen obras de mármol y bronce con gran belleza en las formas. Como innovación aparecen: el busto-retrato, la escultura ecuestre y el desnudo.

El Quattroccento se desarrolla en Florencia con artistas como Ghiberti (Puertas del Baptisterio de Florencia) y Donatello (El David y San Jorge). Ambos se caracterizan por la idealización y el realismo en figuras desnudas o vestidas, que se elaboran en mármol y el bronce empleando la técnica del “schiaciato” con gran perspectiva. En el caso de Ghiberti, comienza su gran obra cuando se le encargan las segundas puertas del Baptisterio de Florencia, en las que elabora escenas del Antiguo Testamento, que más tarde cuando le encarguen las terceras puertas, se convertirán en escenas del Nuevo Testamento, con menor tamaña y dando importancia a la interacción de las figuras.

Durante el Cinqueccento, desarrollado en Roma, aparecen artistas como Miguel Ángel (La Piedad), Benvenutto Cellini (Perseo) y Juan de Bolonia (Mercurio). Todos ellos buscan la belleza perfecta, la monumentalidad y la espiritualidad de las figuras, viéndose influenciados por el maierismo y el carácter orfebre. Destaca la elaboración de fuentes como ornamentación de jardines, sepulcros y, en general, obras idealizadas.

Arquitectura renacentista española

Las relaciones con Italia que había durante el Renacimiento, como los artistas italianos que trabajaban en España o los artistas españoles que se instruían en Italia, fueron las principales causas de que el arte renacentista llegase a nuestras tierras, que todavía, presentaban gran arraigo a la religión, y los artes gótico y mudéjar. El Renacimiento español se desarrolla en los tres tercios que comprenden el siglo XV, y son: el Plateresco, el periodo Purista y el Periodo Trentino.

Durante el Plateresco aparecieron artistas como Lorenzo Vázquez de Segovia (Cogollado de Guadalajara), Machuca (Palacio de Carlos V), Diego Siloé (Escalera Dorada) y Juan de Valdevira (Catedral de Jaén). Durante este periodo las labores orfebres se realizaban sobre plateros con cierta dualidad formal, y añadiendo ornamentaciones góticas, junto a medallones grotescos y columnas abalaustradas. También puede apreciarse la influencia de Bramante en las plantas circulares con superposición de órdenes clásicos. Por otra parte se encuentran las bóvedas vaídas con arcos superpuestos, y la decoración de talantes y cariátides, que hacen más visible la mezcla entre artes. Durante este periodo los pedestales son esbeltos y presentan doble entablamento a la manera Brunelleschi. Finalmente, se elaboran sillares almohadillados junto a la finura de los motivos decorativos.

Sin embargo, durante el periodo Purista se intenta resaltar las líneas puras de la arquitectura; y durante el Periodo Trentino, aparece como innovación el capitel norteño. Durante esta etapa destacan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, que elaboran el Conjunto del Escorial de manera sobria y poco ornamentada, en la que se comprenden tres partes distintas: el Palacio Real, la Cripta y la Capilla.

Escultura renacentista española

La escultura renacentista española se caracteriza por el empleo de la temática religiosa, en la que destaca lo expresivo directo y sencillo. Las obras se realizan sobre mármol, bronce y madera, con la técnica del “stofado”, empelando el alabastro solamente para los sepulcros.

En el primer tercio del siglo XVI destacan autores como Fancelli (Sepulcro de los RRCC), Vigarny (Trasaltar mayor de la Catedral de Burgos), Bartolomé Ordoñez (Sepulcro del Cardenal Cisneros), Vasco de Zarza (Sepulcro de Don Alonso en Toledo) y Diego Siloé (Relieve de San Juan Bautista). En esta etapa los sepulcros se realizaran al estilo Fancelli, de forma minuciosa. En lo retablos destaca la actitud natural y  las formas suaves, con gran movimiento, espiritualidad y dulzura.

En la segunda mitad del siglo XVI aparece Alonso Berruguete (Retablos de la Catedral de Toledo) y Juan de Juni (El Santo Entierro), que destacan por el empleo de escorzos y la energía en brazos y piernas. Se rompe con el frontalismo, creando figuras movidas que dialogan y se entrelazan entre sí. Todas ellas forman formas angustiosas, inestables y retorcidas, que poco a poco se alargan y estilizan.

En la tercera mitad del siglo XVI aparece Gaspar Becerra (Retablo en la Catedral de Astorga) y Los Leoni (Sepulcros de Carlos I y Felipe II). En esta etapa es indispensable el empleo de la monumentalidad y la belleza, en figuras de anatomía perfecta que buscan la quietud y la calma. En definitiva, son figuras musculadas y sin energía, que protagonizan retratos heroicos a imitación de los que se hacían en la era romana.

Pintura renacentista flamenca

Rubens, autor de “Rapto de las hijas de Leucipo”, es un autor manierista e italianizante que se ve influido por la ampulosidad de las obras de Miguel Ángel. Sus pinceladas son amplias, con colores venecianos, que provocan ambientes mitológicos formados por composiciones y figuras bellas a la manera de Rafael. El tema principal es el histórico-alegórico, de ambiente dinámico y con la aparición de las diosas del Olimpo, que se desarrollan entre una luz brillante con gran expresividad.


Van Dyck, creador de “La Virgen del Rosario”, fue un discípulo de Rubens que se centró en la elaboración de pinturas elegantes referidas a la aristocracia. Sin embargo se caracteriza, además de por la luz brillante y el aspecto delicado, directo, fino y colorido de las figuras, por la realización de figuras afeminadas que ahora tienen las formas más estilizadas. En cambio su discípulo, Joardens, fue un pintor mayormente popular y mitológico, que se encargó de elaborar obras de pinceladas duras y superficies suaves, como: “El rey bebe”.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario