Francisco José Goya, pintor y grabador español, nacía en Fuendetodos a la fecha de 1746. Este artista fue el más importante de su época, y el precursor de la revolución en el arte con la aportación de técnicas que llamaban al impresionismo.
A pesar de que el joven pintor había estudiado con su padre el oficio de dorador, decidió seguir su vocación hacia la pintura, lo que le llevó a trabajar con Francisco Bayeu y a casarse con su hija. El pequeño aprendiz trabajó en la Fábrica Real de Tapices, donde elaboró 63 cartones, en su mayoría, de escenas idílicas y de la vida diaria, con colores claros y vivos, llenas de alegría y romanticismo. A partir de hay, Goya comenzó a pintar obras religiosas que le dieron gran prestigio y le abrieron las puertas de la Academia de San Fernando en 1789, que más tarde le condujo a trabajar en la corte de Carlos IV, para el que pintó La familia real de Carlos IV, en la que plasmó con cierta crítica y realismo a los personajes protagonistas.
Goya trabajó como retratista para la familia real y para la aristocracia madrileña, como puede apreciarse en el retrato de La condesa de Chinchón o La maja desnuda; sobre esta última se piensa que es una representación de la duquesa de Alba, con quien el artista mantenía una relación. Ambas, se caracterizan por las líneas generales que presentan y su atento estudio de las posturas y las expresiones, así como los contrastes de luces y sombras que realzan la figura del protagonista.
Ya en 1799 el pintor comenzaba a elaborar obras críticas sobre la sociedad civil y religiosa de la época. Dichas obras se elaboraron en grabados como el de Los caprichos y en 82 aguafuertes elaboradas por el artista. En esta serie de cuadros comienzan a aparecer personajes extraños y desagradables, que mostrarán el lado más truculento del artista. En esta etapa, y con mayor elegancia, decora la Ermita de San Antonio, con gran escenografía.
A pesar de que el joven pintor había estudiado con su padre el oficio de dorador, decidió seguir su vocación hacia la pintura, lo que le llevó a trabajar con Francisco Bayeu y a casarse con su hija. El pequeño aprendiz trabajó en la Fábrica Real de Tapices, donde elaboró 63 cartones, en su mayoría, de escenas idílicas y de la vida diaria, con colores claros y vivos, llenas de alegría y romanticismo. A partir de hay, Goya comenzó a pintar obras religiosas que le dieron gran prestigio y le abrieron las puertas de la Academia de San Fernando en 1789, que más tarde le condujo a trabajar en la corte de Carlos IV, para el que pintó La familia real de Carlos IV, en la que plasmó con cierta crítica y realismo a los personajes protagonistas.
Goya trabajó como retratista para la familia real y para la aristocracia madrileña, como puede apreciarse en el retrato de La condesa de Chinchón o La maja desnuda; sobre esta última se piensa que es una representación de la duquesa de Alba, con quien el artista mantenía una relación. Ambas, se caracterizan por las líneas generales que presentan y su atento estudio de las posturas y las expresiones, así como los contrastes de luces y sombras que realzan la figura del protagonista.
Ya en 1799 el pintor comenzaba a elaborar obras críticas sobre la sociedad civil y religiosa de la época. Dichas obras se elaboraron en grabados como el de Los caprichos y en 82 aguafuertes elaboradas por el artista. En esta serie de cuadros comienzan a aparecer personajes extraños y desagradables, que mostrarán el lado más truculento del artista. En esta etapa, y con mayor elegancia, decora la Ermita de San Antonio, con gran escenografía.
En 1808, con la invasión de Francia, el artista mantuvo su puesto en la corte de José Bonaparte; sin embargo, esto no le impidió que mostrase el peor lado de la guerra y de sus combatientes, creando obras como El dos de mayo o Los fusilamientos del tres de mayo, donde podemos observar la crueldad y la brutalidad que se vivía en la capital durante estos tiempos. Sin embargo, su índole afrancesada y el trabajo en la corte del monarca francés, le llevaron a retirarse con la llegada de Fernando VII y la Restauración. A partir de ahí comenzamos a observar como el artista envejece, se queda sordo, se retira a la vida pública y pasa sus últimos días en una casa que decoró con numerosas obras alegres y decorativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario