sábado, 2 de junio de 2012

La novela y el cuento hispanoamericano

A pesar de que la poesía había comenzado a madurar y a renovarse desde los años 40, el cuento y la novela hispanoamericanos seguían estancados en las tendencias decimonónicas. A diferencia de la poesía, no habían renovado su lenguaje y seguían estancadas en el realismo tradicional, pero con los inicios del siglo XX todo comenzaba a cambiar.

Temas de la novela hispanoamericana

Novela de la tierra: Describe la naturaleza americana y la de los hombres que la habitan, como por ejemplo: Doña Bárbara de Rómulo GallegosLa vorágine de José Eustasio Rivera, o Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes.

Novela indigenista: novela que critica la explotación del hombre blanco en las tribus indígenas, que además de oprimirlas, elimina su cultura: El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría.

Novela política: novelas sobre la revolución mejicana: Los de abajo de Mariano Azuela.

Durante los años 40 y 60 el panorama socio-cultural comenzaba a cambiar en Hispanoamérica. Los autores se adaptaban a las influencias de nuevos estilos literarios provenientes de Europa y Norteamérica. Tanto en la política, como en la sociedad o la economía, los cambios iban cada vez más rápido, haciendo que los autores se preocupen por  los problemas sociales, dando lugar una crítica abierta al hombre contemporáneo y el destrozo que provoca a su paso. Además, se introduce en las novelas el mundo de la fantasía, de los sueños y la irracionalidad, lo que se denominó: realismo mágico. Formalmente, se produce un gran cambio puesto que abandona la estética realista y se adapta a la nueva narrativa. Se considera que la obra que rompe con todo el panorama anterior es El pozo de Juan Carlos Onetti. A  esta obra seguirán otras en los años cuarentaLa invención de Morel de Bioy Casares; El señor Presidente de Miguel Ángel Asturias, y El túnel de Ernesto Sábato.  Y  en los cincuentaPedro Páramo de  Juan Rulfo; La hojarasca de Gabriel García Márquez

La definitiva renovación literaria tuvo lugar de los años 60, cuando tiene lugar el conocido "boom" de la novela hispanoamericana, que surgió gracias al apoyo extraliterario que recibió de las editoriales españolas, a partir del éxito de La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. De este periodo nacen obras como Rayueladel argentino Julio Cortázar o El siglo de las luces del  cubano Alejo Carpentier. En cuanto a los temas que se emplearon, cabe destacar la crisis existencial del individuo en temas de sexualidad, muerte, soledad e incomunicación; los temas sobre dictadores, iniciadas por el crítico modernista Valle-Inclán con Tirano Banderas, que posteriormente evolucionó a la obra de García Márquez: El otoño del patriarca; finalmente, se emplean temas relacionados con la historia de Hispanoamérica, dando lugar a la creación de novelas históricas sobre el continente, como podemos observar en La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa.

A partir de los años setenta estará protagonizada por aquellos autores que no formaron parte del boom de los años 60, como le ocurrió a Guillermo Cabrera con Tres tristes tigres o Manuel Puig con El beso de la mujer araña. Estos autores se caracterizaron por la complejidad técnica empleada e sus obras, sin embargo, consiguen que sin dejar de lado la experimentación el lector pueda acceder más fácilmente a la esencia de las obras. Prevalece la narración realista, que además, viene acompañada del lenguaje coloquial y la influencia del realismo mágico. Podemos destacar, como una de las mejores obras de este periodo, Primavera con una esquina rota de Mario Benedetti.

El cuento hispanoamericano

De la novela hispanoamericana nació el cuento, también de gran influencia cultural al estar representado por autores como Jorge Luis Borges y Juan Rulfo, que retratan la dureza de la vida rural mexicana, con gran privitivismo y pobreza, tanto física como moral. Sin embargo, también existen otros relatos que hablan sobre la imposibilidad de definir y dividir el tiempo, como le ocurre a Alejo Carpentier en Tan triste como ella y otros cuentos, que protagonizan el cuento hispanoamericano de los años 40. Durante estos años también habían destacado autores como García Márquez o Mario Vargas, que con sus grandes novelas consiguieron eclipsar los cuentos que se dedicaron a escribir durante los años 60, como es el ejemolo de Los cachorros por Mario Vargas Llosa. Sin embargo, el género se ve renovado por Julio Cortázar, que muestra en sus cuentos una realidad compleja en la que se revela en un ambiente humorístico, lo absurda que es la vida cotidiana; respecto a este  tema escribe Las armas secretas. Por lo tanto, de esta obra surgen otras muchas, de distintos autores pero con gran sentido político, como lo es Montevideanos de Mario Benedetti. Obras, que se vieron apoyadas por los narradores, la aparición de las fábulas, y el estilo sencillo y coloquial.


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