La agricultura es la actividad del sector primario destinada al cultivo y tratamiento de tierras. Sin embargo no es fácil practicar esta actividad, que poco a poco ha ido decreciendo con los años, ya que durante mucho tiempo fue la base de la economía y ahora ha sido aplastada por el sector servicios. Dada esta situación se estableció una PAC, que trata de eliminar abonos contaminantes, además de regular y proteger el medio ambiente; también busca la inversión en nuevos recursos agrarios y el establecimiento de cuotas, como en la pesca.
El desarrollo de la actividad agrícola depende de factores como la altitud, la orografía, el clima, el suelo y el agua. La altitud, en el caso de España, no permite cultivar por encima de los 200 metros de altitud debido a las temperaturas y condiciones que se presentan en dichas alturas. Por su parte, la orografía y sus pendientes hacen que el agua de las precipitaciones en lugar de infiltrarse en el suelo facilitando el aporte de agua que la actividad necesita, se desplaza pendiente abajo dificultando el trabajo del agricultor y fomentando el arrastre. El clima también es importante, ya que factores como el tiempo el clima y las precipitaciones influyen en el desarrollo de la actividad. En el caso de España el clima es oscilante en la costa, las temperaturas extremas en el sur y en el norte, con precipitaciones más o menos abundantes en función de la zona. Como el último de los factores se encuentra el agua, aportada mediante las lluvias o la red de aguas del territorio (España, 80 %). El cultivo de secano es aquel que se desarrolla en zonas secas donde los árboles y los arbustos son leñosos, haciendo que sea un cultivo de tipo extensivo. Sin embargo, el cultivo intensivo se practica en zonas más amplias, donde el agua y el trabajo del agricultor provocan una elevada producción.
Como todos los sectores, la agricultura también ha presentado su propia modernización, que ha consistido en la aplicación de nuevas tecnologías o innovaciones en los cultivos. Una de las principales causas de la innovación en este ámbito ha sido la mecanización del equipamiento y el aporte de maquinaria avanzada, que hacen más fácil el desarrollo de la actividad. Por otra parte hay que tener en cuenta la inversión en investigación y desarrollo de empresas químicas, que han aportado abonos y fertilizantes que ayudan al rápido crecimiento. Dentro del campo químico nos encontramos con los cultivos hidropónicos, que aportan a las plantas la oportunidad de funcionar a partir de agua y sustancias químicas, sin la necesidad de suelo. También se han ampliado las zonas de regadío y se han creado otras nuevas con canalización de agua. Finalmente, se desarrolla el enarenado o cultivo bajo plásticos, en zonas de escasa pluviosidad, y los cultivos de invernadero que aportan a las plantas todo lo necesario para vivir sin necesidad de depender del medio natural.
Los productos agrícolas más consumidos en España son los cereales como el trigo y la cebada, que se emplean para la fabricación de cerveza o para la alimentación del ganado, además de la elaboración. El maíz se desarrolla en la España húmeda y ha aumentado su consumo junto al de las hortalizas, que se cultivan en minifundios donde se emplean el regadío y las zonas tecnificadas, que ayudan a un aumento de la producción. Los frutos de los árboles frutales como el naranjo, y las legumbres, suponen una quinta parte de la renta de nuestro país, a pesar de la competencia que existe con los productos vascos. Otra parte de las rentas se la debemos a los cultivos forrajeros, que aportan el cereal de invierno y la alfalfa; o los cultivos industriales, como el del girasol y el tabaco. Finalmente encontramos los árboles mediterráneos, de los que nacen olivos, uvas, vino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario