"Entiende para creer y cree para entender"
San Agustín fue un filósofo cristiano que nació en Tagaste durante la Edad Media. Su pensamiento se centra en la elaboración de los presupuestos cristianos, que son una serie de postulados en los que presenta al cristianismo como la fe en la palabra de un Dios no entendido por la razón, pero que en cambio, ha traído a Occidente el concepto de "perdón". Para San Agustín la razón y la fe se encuentran unidas en la búsqueda de la verdad, en la búsqueda de Dios. La religión y Dios deben encargarse de la fe, que dirige nuestra inteligencia en la búsqueda de la verdad, sin embargo, la razón debe estudiar la filosofía y ayudarnos a entender los contenidos que presenta la fe. Los seres humanos estamos formados de un cuerpo (mortal) y un alma (inmortal), lo que rechaza la teoría de la transmigración platónica. Dios ha creado un alma por hombre, lo que desembocó en la teoría del creacionismo. La antropología de San Agustín estudia el comportamiento humano basándose en la diferencia entre la libertad y el libre albedrío. Dios ha dotado al hombre del libre albedrío para que él mismo sea capaz de diferenciar entre el Bien y el Mal, sin embargo, Adán ha transmitido el pecado original durante todas las generaciones, de tal forma que siempre acabamos tendiendo al pecado. Sin embargo, hay unos pocos elegidos a los que Dios dota con la gracia divina, que es lo que convierte al libre albedrío en libertad. La gracia divina es el anhelo de amar al bien supremo, de amar a Dios. Por lo tanto, la virtud se entiende como el valor ordenado que conduce a la paz y garantiza la justicia y el derecho. En su epistemología o teoría del conocimiento, San Agustín busca alcanzar el conocimiento pleno a partir de la dialéctica ascendente, pero, hay que tener en cuanta que todas las ideas se encuentran en la mente de Dios, lo que quiere decir que se generan en el alma divina y no en la humana. El conocimiento intelectual está formado de una serie de ideas y verdades eternas que Dios ha colocado en nuestra alma. El conocimiento sensible es el novel más bajo del saber, es el que pertenece a los humanos y animales, que perciben un mundo engañoso de sensaciones inestables. Sin embargo, al pasar al conocimiento racional superior se comienzan a conocer las ciencias universales del mundo, ya que la razón nos ayuda a alcanzar la verdad universal y los sentidos nos permiten conocer las cosas mundanas. Finalmente, el conocimiento racional superior es el que se alcanza cuando se trata de conocer verdades y esencias absolutas. De la verdad universal nace la teoría de la creación y de Dios, que es capaz de establecer las verdades universales. La idea del mundo estaba en la mente de Dios antes de ser creado, el ejemplarismo es la manera con la que ha creado al mundo y los seres, que son gérmenes que se desarrollan en el tiempo que determine Dios. Finalmente, en la idea de política de San Agustín podemos distinguir entre dos tipos de ciudades: la ciudad terrena en la que viven aquellos que no aman a Dios, y la ciudad de Dios en la que viven amando a Dios y tienen intereses espirituales contrarios a los terrenales de la otra ciudad. Por lo tanto, la ciudad perfecta es aquella en la que la Iglesia se coloque como la máxima institución por encima del Estado, que debe someterse y aprender de ella. La Iglesia hace buenos a los hombres, el cristianismo debe basar el Estado para crear hombres humildes. San Agustín apoya la combinación de la Iglesia y el Estado.
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