domingo, 3 de junio de 2012

La pesca en España


A pesar de que el pescado es muy frecuente en la dieta española, poco a poco y por diversas causas, ha ido perdiendo apoyo en nuestra economía.

La actividad pesquera en España se realiza en un espacio que comprende la costa y las doscientas millas náuticas en 8 regiones españolas, además, realiza esta actividad en caladeros mediterráneos y caladeros internacionales, que se encuentran entre el Índico y el Pacífico. Sin embargo, la flota pesquera se presenta como una flota artesanal de barcos de pequeño tamaño, lo que dificulta la actividad. Respecto al consumo cabe comentar que lo que más hay es pescado blanco y azul, siempre que hayan pasado por determinados procesos industriales. Finalmente, la pesca desembarcada que tanto había crecido en 1976, continua esta línea gracias a la demanda interna, la libertad de pesca y el crecimiento de la flota pesquera.

La relación que España guarda con la UE respecto a los temas de pesca, se basa en la adopción de una PPCE y una PPE para el desarrollo de la actividad. Los aspectos a respetar son muy sencillos; hay que ayudar económicamente al sector pesquero con la FOP y la FSE, hay que crear organizaciones comunes de mercado y reducir las embarcaciones de pesca familiar y de bajura. Por otra parte se debe intentar que la pesca de altura pertenezca a empresas conjuntas, y sobretodo,, fomentar la investigación y el desarrollo, además del establecimiento de una serie de cuotas. Finalmente, se deben prohibir ciertas técnicas de pesca que afecten a la recuperación de los caladeros mediterráneos.

La pesca en las Comunidades Autónomas presenta cierta competencia en la costa, marisqueo y nuevos cultivos mediterráneos en la costa. Los caladeros son lugares que se emplean para calar y tirar redes, pero la ZEE ha prohibido la pesca en caladeros internacionales porque hay  insuficiente abastecimiento de pescado, por lo que ha tenido que imponer una serie de restricciones que consisten en: emplear recursos modestos, crear una plataforma continental más reducida y terminar con la sobreexplotación. Por otro lado se encuentran los caladeros comunitarios, para los que se establecen una serie de cuotas y licencias.

Los problemas económicos que presenta el sector pesquero se desarrollan desde que en 1973 comenzó a crecer, pero más tarde descendió con la crisis del petróleo y así ha seguido siendo hasta hoy en día, teniendo una pequeña recuperación en 1982, en el que la pesca fue excesiva. Parte de esta caída se debe al tamaño excesivo de la flota y la escasa diversificación económica del sector. Además, la entrada en la CEE supuso una reconversión del sector que supuso una reducción, renovación y modernización, con escasos fondos, hasta 2004. Finalmente, la transformación y el comercio de los productos se han visto mayormente impulsados gracias a la cooperación entre pesqueras y el impulso del mercado.

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