Nietzsche es un filósofo Sajón nacido en Röcken (Sajonia),
hijo de un pastor luterano y sufridor de múltiples enfermedades que le llevaran
a sufrir una esquizofrenia. Fue profesor de filología en la Universidad de
Basilea, mientras Alemania se preparaba para unificarse bajo la hegemonía
prusiana.
El inicio del pensamiento de Nietzsche se ve reflejado en su
primera obra: “El origen de la tragedia”. Hauy que tener en cuenta que
Nietzsche valora la vida, es un vitalista, porque para él la vida es un valor
supremo; y por eso critica a occidente, porque renuncia a la vida. Además, el
ser humano para él está compuesto por dos espíritus irreconocibles: el
dionisiaco y el apolíneo.
1. CRÍTICA A LOS
VALORES DE LA CULTURA EUROPEA
Nietzsche afirma que la cultura occidental está viciada desde
su origen, ya que es una cultura racional y dogmática que se opone a la vida.
La vida tiene valor en sí misma, y no hay que buscarle otro sentido fuera de
ella. Es un valor absoluto al que se subordinan los demás. Por lo tanto, cabe
la necesidad de criticar la cultura europea y sus dogmatismos formados por el
mundo racional, el religioso y el moral.
A. Crítica a la moral
La moral es el tema principal tratado por Nietzsche, que
considera que el principal error de la moral tradicional es su antinaturalidad,
es decir, que va contra la naturaleza y la vida. Esta moral es una costumbre,
una defensa de la sociedad y una supresora de los valores del individuo. La
base de esta moral es el platonismo, más tarde cristianizado que se opone al
mundo real (Moral de las Ideas) no en esta vida, sino en otra, lo que supone la
evasión del mundo real y del hombre concreto. La vida es lo único real.
Nietzsche distingue dos tipos de moral:
-
La
moral de los señores es aquella
aristocrática de los fuertes y poderosos, que exalta la individualidad y la personalidad
prominente, junto a la arrogancia y la altivez. Será el superhombre. La
moral de los esclavos es aquella del
dolor, sacrificio, humildad, resignación y paciencia, la moral del ateísmo y la
renuncia. Es la expresión del mediocre y débil.
En la historia de occidente se han exaltado los valores
débiles, creciendo un criterio carente de energía vital. Es necesario un cambio
para implantar una moral creadora de valores, que además niegue a Dios.
Sin embargo, no rechaza la moral en su conjunto, sino la
moral idealista, eudodemonista, cristiana y burguesa. No suprime la moral, sino
que la sustituye por otra fundamentada en la vida, en la voluntad del poder.
Puesto que no hay valores universales y necesarios ni objetivos, no hay una
moral universal, una norma única, sino una interpretación personal y creativa
de la vida.
B. Crítica a la
religión cristiana
La religión nace del miedo, la angustia y la impotencia del
hombre en sí mismo. Por eso, ninguna religión contiene ninguna verdad. El
cristianismo ha invertido los valores de la Grecia presocrática (dionisiaco),
inventando un mundo ideal que provoca la desvalorización de lo terrenal. El ser
humano es permanentemente inocente y el pecado es producto de la moral y la
religión, una mentira que se considera atentado contra la vida. Sin embargo,
sin pecados no hay mérito: por lo tanto, lo que nos queda son unos valores
estáticos en cuanto acción. El cristianismo y el platonismo tienen una moral
vulgar, que viene de Dios y que va contra la vida, y por eso hay que acabar con
él.
C. Crítica a la
filosofía tradicional
La filosofía está unida con la moral. La moral tiene su base
en la dualidad platónica y la filosofía tradicional es dogmática. Considera al
ser estático, fijo, inmutable y abstracto. Pero ese ser no existe. La
Metafísica se confundió al admitir un mundo aparente frente a un mundo real,
porque el único mundo real es en el que vivimos. No hay objetos en sí, sino
multiplicidad de seres. Conocer significa interpretar el mundo. La razón debe
estar al servicio de la vida. Esta teoría le lleva a admirar a Heráclito y
Hegel, y a no admirar a Kant; el cual, separa al noúmeno del fenómeno, cuando
en opinión de Nietzsche solo existe el fenómeno del mundo aparente. El problema
de los filósofos es que en lugar de crear valores para sí mismos, han decidido
ponerse a descubrir.
D. Crítica al lenguaje
incomunicador
Nietzsche es un filólogo insatisfecho con el camino de su
ciencia, por lo que se orienta hacia los problemas de las verdades últimas: la
filosofía. Por este motivo convierte la filología y sus clases en la
universidad como un instrumento para sus reflexiones filosóficas. Considera que
no existe ninguna relación entre la cosa en sí (cambiante) y sus designaciones
(inmovilizaciones). Las palabras son metáforas de las cosas, aún en su
designación individual; porque no se convierten en conceptos hasta que no
adquieren un uso aplicable a la pluralidad de los individuos. Todo concepto se
forma por equiparación de casos diferentes, abandonando las diferencias
individuales, cuando la naturaleza solo conoce seres individuales en permanente
cambio. Todo esto es útil para la comunicación y la vida social, pero a estos
conceptos se les da por medio de la metafísica una categoría ontológica, que al
llegar a las manos de los individuos se convierte en una tela que atrapa y
confunde la verdad.
E. La muerte de Dios
La muerte de Dios significa para Nietzsche una crítica
radical a la religión, la moral y la metafísica. Resume todo su planteamiento
crítico. Es la liberación de un peso que oprime al hombre, de la vida del más
allá, porque sin Dios al hombre solo le queda la vida. La idea de Dios es lo
que impide que el hombre se convierta en superhombre; por lo tanto para que el
hombre viva, Dios debe morir. Esto significa que
caen todos los pilares de la cultura occidental. No hay lugar para Dios en la
cultura moderna, por fin el hombre ha sido capaz de destruirlo para acabar con
los viejos valores, para poder así convertirse en superhombre. En el fondo lo
que critica es la sistematización platónica e idealista de Dios y la religión.
Es la teología cristiana la culpable de la caricaturización de lo
verdaderamente religioso. Aunque la figura de Cristo es respetada, la rebelión
se dirige hacia las formas culturales y religiosas en las que el cristianismo
se encarnó. Con la muerte de Dios el hombre se libera a sí mismo, no le había
dejado ser hombre. Esta negación es necesaria para afirmar la vida creadora.
Afirmar la vida de Dios es aceptar que hay algo fuera de mí, de mi vida, algo a
lo que me debo someter. Tras la muerte de Dios comienza la nueva historia, en
la que el hombre se convierte en el creador de su propio destino y llega a ser
hombre.
2. LA NUEVA JERARQUÍA
DE VALORES
El filósofo debe liberar al hombre liberándole de todos los valores
ficticios y decadentes, para devolverle el derecho a la vida. Primero debe
realizarse un cambio profundo de todos los valores de nuestra cultura
tradicional. Como propuesta alternativa presenta tres líneas de actuación: el
Superhombre, Voluntad de Poder y Eterno retorno.
A. El nihilismo
La Voluntad de poder
se ha encargado de acabar con aquellos valores que sostenían la cultura
occidental y negaban la vida. El nihilismo
es consecuencia de la ausencia de valores, metas y respuestas. Con la muerte de
Dios se ha perdido el sentido y la orientación de nuestra existencia. Esto
exige una parte dialécticamente positiva: negar para afirmar y destruir para
crear. Así, esa de esa negación, salen
nuevos valores. El sí a la vida del Superhombre es el que dará nuevo sentido a
la existencia. Sin embargo Nietzsche no es puramente tradicionalista y
nihilista, es un vitalista que aspira a la sustitución de viejos valores por
unos nuevos, con una única preocupación: el hombre en sentido individual como
concepto de la vida propia.
B. La nueva moral
Nietzsche ofrece una nueva moral basada en el proceso natural
del hombre: la vida. En el Origen de la
Tragedia griega aparecen dos principios esenciales: lo apolíneo y lo
dionisiaco. En la tragedia se armonizaba lo dionisíaco con lo apolíneo, lo
estético trágico frente a lo estético bello, y lo vital frente a lo racional.
Sócrates y Platón optaron por una filosofía basada en el conocimiento de las
causas, matando a la vida. El punto de partida se encuentra en la negación de
la verdad objetiva, por lo que no hay un bien y un mal, de modo que la nueva
moral se basa en el deseo de vivir y se apoya en la exaltación de la vida sin
obstáculo alguno. La vida tiene valor por sí misma y no hay que buscarle otra
explicación, porque es el valor absoluto al que se subordinan todos los demás.
No hay que imponer ninguna norma a la vida, sino gozar de ella. Hay que valorar
la moral de los señores frente a la de los esclavos, que carecen de una moral
en la que se exalta la individualidad, la pasión, el poder o el placer… Es la
voluntad creadora de valores, aquella que considera bueno y noble lo que
encuentra en sí mismo, en la gloria de su individualidad. Esto es lo que pide
nuestro instinto, y en ellos se debe basar la moral.
C. El Superhombre
El ser humano está en pleno proceso de evolución y rechaza
todo dualismo, afirmando que su estructura ontológica es la de un cuerpo
viviente (materialismo). La transformación del hombre en Superhombre comienza
con un camello, sigue con un león y termina con un niño: el camello la parte
espiritual del ser humano que carga con todo y obedece sin quejarse; el león
representa la revelación del hombre hacia su amo, convirtiéndose en el dueño e
imponiendo su voluntad; el niño crea sus propios valores y busca la afirmación
de sí mismo. A partir de este momento es cuando empieza a aparecer el
Superhombre que dará nacimiento a una nueva humanidad libre y creadora. Para
Nietzsche el Superhombre supone el más alto grado de integración y desarrollo
del poder intelectual, fortaleza de carácter y voluntad, independencia, pasión,
habilidad y físico. Este superhombre se libera de valores decadentes y miedos,
se libera de sí mismo y marca su individualidad y particularidad. Abre las
puertas de su conciencia para liberar al “tigre” que lleva dentro.
D. La voluntad de poder
Representa la base de su pensamiento sobre la realidad de las
cosas. El mundo se entiende como un conjunto de fuerzas que se agitan y se
transforman permanentemente, sin leyes (caos). El ser humano también participa
en esta voluntad de poder, pero al ser consciente marca su propio camino. La
voluntad de poder significa voluntad de dominio, fuerza y dominio, la ley del
más fuerte podría decirse. El Superhombre es el que debe fundar la sociedad de
nobles y tiranos dominadores, es voluntad de poder sobre uno mismo. Es una
voluntad que puede ser fuerte o débil.
E. El eterno retorno
Es su pensamiento más profundo pero menos elaborado. El mundo
es sólo eterno retorno de lo mismo, un destino necesario y repetitivo sin
transformación ni novedad. El terno retorno pretende hacer del mundo un
universo cerrado y vertido sobre sí mismo, autosuficiente y subsistente.
Pensamiento desesperante para el rebaño que no ama la vida, exaltante para el
Superhombre, que ama la vida lo suficiente como para querer eternizarla tal
cual es´.
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