domingo, 3 de junio de 2012

Nitezsche

"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que de ahora en adelante, no podré creer en ti"


Nietzsche es un filósofo Sajón nacido en Röcken (Sajonia), hijo de un pastor luterano y sufridor de múltiples enfermedades que le llevaran a sufrir una esquizofrenia. Fue profesor de filología en la Universidad de Basilea, mientras Alemania se preparaba para unificarse bajo la hegemonía prusiana.
El inicio del pensamiento de Nietzsche se ve reflejado en su primera obra: “El origen de la tragedia”. Hauy que tener en cuenta que Nietzsche valora la vida, es un vitalista, porque para él la vida es un valor supremo; y por eso critica a occidente, porque renuncia a la vida. Además, el ser humano para él está compuesto por dos espíritus irreconocibles: el dionisiaco y el apolíneo.

1. CRÍTICA A LOS VALORES DE LA CULTURA EUROPEA

Nietzsche afirma que la cultura occidental está viciada desde su origen, ya que es una cultura racional y dogmática que se opone a la vida. La vida tiene valor en sí misma, y no hay que buscarle otro sentido fuera de ella. Es un valor absoluto al que se subordinan los demás. Por lo tanto, cabe la necesidad de criticar la cultura europea y sus dogmatismos formados por el mundo racional, el religioso y el moral.

A. Crítica a la moral
La moral es el tema principal tratado por Nietzsche, que considera que el principal error de la moral tradicional es su antinaturalidad, es decir, que va contra la naturaleza y la vida. Esta moral es una costumbre, una defensa de la sociedad y una supresora de los valores del individuo. La base de esta moral es el platonismo, más tarde cristianizado que se opone al mundo real (Moral de las Ideas) no en esta vida, sino en otra, lo que supone la evasión del mundo real y del hombre concreto. La vida es lo único real. Nietzsche distingue dos tipos de moral:
-          La moral de los señores es aquella aristocrática de los fuertes y poderosos, que exalta la individualidad y la personalidad prominente, junto a la arrogancia y la altivez. Será el superhombre. La moral de los esclavos es aquella del dolor, sacrificio, humildad, resignación y paciencia, la moral del ateísmo y la renuncia. Es la expresión del mediocre y débil.
En la historia de occidente se han exaltado los valores débiles, creciendo un criterio carente de energía vital. Es necesario un cambio para implantar una moral creadora de valores, que además niegue a Dios.
Sin embargo, no rechaza la moral en su conjunto, sino la moral idealista, eudodemonista, cristiana y burguesa. No suprime la moral, sino que la sustituye por otra fundamentada en la vida, en la voluntad del poder. Puesto que no hay valores universales y necesarios ni objetivos, no hay una moral universal, una norma única, sino una interpretación personal y creativa de la vida.


B. Crítica a la religión cristiana
La religión nace del miedo, la angustia y la impotencia del hombre en sí mismo. Por eso, ninguna religión contiene ninguna verdad. El cristianismo ha invertido los valores de la Grecia presocrática (dionisiaco), inventando un mundo ideal que provoca la desvalorización de lo terrenal. El ser humano es permanentemente inocente y el pecado es producto de la moral y la religión, una mentira que se considera atentado contra la vida. Sin embargo, sin pecados no hay mérito: por lo tanto, lo que nos queda son unos valores estáticos en cuanto acción. El cristianismo y el platonismo tienen una moral vulgar, que viene de Dios y que va contra la vida, y por eso hay que acabar con él.

C. Crítica a la filosofía tradicional
La filosofía está unida con la moral. La moral tiene su base en la dualidad platónica y la filosofía tradicional es dogmática. Considera al ser estático, fijo, inmutable y abstracto. Pero ese ser no existe. La Metafísica se confundió al admitir un mundo aparente frente a un mundo real, porque el único mundo real es en el que vivimos. No hay objetos en sí, sino multiplicidad de seres. Conocer significa interpretar el mundo. La razón debe estar al servicio de la vida. Esta teoría le lleva a admirar a Heráclito y Hegel, y a no admirar a Kant; el cual, separa al noúmeno del fenómeno, cuando en opinión de Nietzsche solo existe el fenómeno del mundo aparente. El problema de los filósofos es que en lugar de crear valores para sí mismos, han decidido ponerse a descubrir.

D. Crítica al lenguaje incomunicador
Nietzsche es un filólogo insatisfecho con el camino de su ciencia, por lo que se orienta hacia los problemas de las verdades últimas: la filosofía. Por este motivo convierte la filología y sus clases en la universidad como un instrumento para sus reflexiones filosóficas. Considera que no existe ninguna relación entre la cosa en sí (cambiante) y sus designaciones (inmovilizaciones). Las palabras son metáforas de las cosas, aún en su designación individual; porque no se convierten en conceptos hasta que no adquieren un uso aplicable a la pluralidad de los individuos. Todo concepto se forma por equiparación de casos diferentes, abandonando las diferencias individuales, cuando la naturaleza solo conoce seres individuales en permanente cambio. Todo esto es útil para la comunicación y la vida social, pero a estos conceptos se les da por medio de la metafísica una categoría ontológica, que al llegar a las manos de los individuos se convierte en una tela que atrapa y confunde la verdad.

E. La muerte de Dios
La muerte de Dios significa para Nietzsche una crítica radical a la religión, la moral y la metafísica. Resume todo su planteamiento crítico. Es la liberación de un peso que oprime al hombre, de la vida del más allá, porque sin Dios al hombre solo le queda la vida. La idea de Dios es lo que impide que el hombre se convierta en superhombre; por lo tanto para que el hombre viva, Dios debe morir. Esto significa     que caen todos los pilares de la cultura occidental. No hay lugar para Dios en la cultura moderna, por fin el hombre ha sido capaz de destruirlo para acabar con los viejos valores, para poder así convertirse en superhombre. En el fondo lo que critica es la sistematización platónica e idealista de Dios y la religión. Es la teología cristiana la culpable de la caricaturización de lo verdaderamente religioso. Aunque la figura de Cristo es respetada, la rebelión se dirige hacia las formas culturales y religiosas en las que el cristianismo se encarnó. Con la muerte de Dios el hombre se libera a sí mismo, no le había dejado ser hombre. Esta negación es necesaria para afirmar la vida creadora. Afirmar la vida de Dios es aceptar que hay algo fuera de mí, de mi vida, algo a lo que me debo someter. Tras la muerte de Dios comienza la nueva historia, en la que el hombre se convierte en el creador de su propio destino y llega a ser hombre.

2. LA NUEVA JERARQUÍA DE VALORES

El filósofo debe liberar al hombre liberándole de todos los valores ficticios y decadentes, para devolverle el derecho a la vida. Primero debe realizarse un cambio profundo de todos los valores de nuestra cultura tradicional. Como propuesta alternativa presenta tres líneas de actuación: el Superhombre, Voluntad de Poder y Eterno retorno.

A. El nihilismo
La Voluntad de poder se ha encargado de acabar con aquellos valores que sostenían la cultura occidental y negaban la vida. El nihilismo es consecuencia de la ausencia de valores, metas y respuestas. Con la muerte de Dios se ha perdido el sentido y la orientación de nuestra existencia. Esto exige una parte dialécticamente positiva: negar para afirmar y destruir para crear. Así, esa de esa negación,  salen nuevos valores. El sí a la vida del Superhombre es el que dará nuevo sentido a la existencia. Sin embargo Nietzsche no es puramente tradicionalista y nihilista, es un vitalista que aspira a la sustitución de viejos valores por unos nuevos, con una única preocupación: el hombre en sentido individual como concepto de la vida propia.

B. La nueva moral
Nietzsche ofrece una nueva moral basada en el proceso natural del hombre: la vida. En el Origen de la Tragedia griega aparecen dos principios esenciales: lo apolíneo y lo dionisiaco. En la tragedia se armonizaba lo dionisíaco con lo apolíneo, lo estético trágico frente a lo estético bello, y lo vital frente a lo racional. Sócrates y Platón optaron por una filosofía basada en el conocimiento de las causas, matando a la vida. El punto de partida se encuentra en la negación de la verdad objetiva, por lo que no hay un bien y un mal, de modo que la nueva moral se basa en el deseo de vivir y se apoya en la exaltación de la vida sin obstáculo alguno. La vida tiene valor por sí misma y no hay que buscarle otra explicación, porque es el valor absoluto al que se subordinan todos los demás. No hay que imponer ninguna norma a la vida, sino gozar de ella. Hay que valorar la moral de los señores frente a la de los esclavos, que carecen de una moral en la que se exalta la individualidad, la pasión, el poder o el placer… Es la voluntad creadora de valores, aquella que considera bueno y noble lo que encuentra en sí mismo, en la gloria de su individualidad. Esto es lo que pide nuestro instinto, y en ellos se debe basar la moral.

C. El Superhombre
El ser humano está en pleno proceso de evolución y rechaza todo dualismo, afirmando que su estructura ontológica es la de un cuerpo viviente (materialismo). La transformación del hombre en Superhombre comienza con un camello, sigue con un león y termina con un niño: el camello la parte espiritual del ser humano que carga con todo y obedece sin quejarse; el león representa la revelación del hombre hacia su amo, convirtiéndose en el dueño e imponiendo su voluntad; el niño crea sus propios valores y busca la afirmación de sí mismo. A partir de este momento es cuando empieza a aparecer el Superhombre que dará nacimiento a una nueva humanidad libre y creadora. Para Nietzsche el Superhombre supone el más alto grado de integración y desarrollo del poder intelectual, fortaleza de carácter y voluntad, independencia, pasión, habilidad y físico. Este superhombre se libera de valores decadentes y miedos, se libera de sí mismo y marca su individualidad y particularidad. Abre las puertas de su conciencia para liberar al “tigre” que lleva dentro.

D. La voluntad de poder
Representa la base de su pensamiento sobre la realidad de las cosas. El mundo se entiende como un conjunto de fuerzas que se agitan y se transforman permanentemente, sin leyes (caos). El ser humano también participa en esta voluntad de poder, pero al ser consciente marca su propio camino. La voluntad de poder significa voluntad de dominio, fuerza y dominio, la ley del más fuerte podría decirse. El Superhombre es el que debe fundar la sociedad de nobles y tiranos dominadores, es voluntad de poder sobre uno mismo. Es una voluntad que puede ser fuerte o débil.

E. El eterno retorno
Es su pensamiento más profundo pero menos elaborado. El mundo es sólo eterno retorno de lo mismo, un destino necesario y repetitivo sin transformación ni novedad. El terno retorno pretende hacer del mundo un universo cerrado y vertido sobre sí mismo, autosuficiente y subsistente. Pensamiento desesperante para el rebaño que no ama la vida, exaltante para el Superhombre, que ama la vida lo suficiente como para querer eternizarla tal cual es´.

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